—No vengas a la marcha. Ya tú no estás para estar corriendo, mami. —¿Tú crees que yo soy viejita, Paul? Yo corro, Paul, yo corro. “El 18 de mayo, no sé bien por qué, no fui, no lo acompañé. Lo despedí en la puerta, le di la bendición y le hice la señal de la … Ver más Marlene Camacho: “Nunca olvidaré la cara de mi hijo en la camilla”