Del aporte
La Asociación diseña campañas de información y estrategias de alianzas con sectores públicos y privados y también con personas naturales que deseen aportar recursos o materiales para ayudar en la dotación y apoyo de los médicos en formación. Y también trabaja en plataforma con la Asociación Paúl Venezuela en Europa para hallar mecanismos de donación que incidan rápidamente en las aulas de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia y otras casas de estudio.
También tiene su propio equipo de planificadores para celebrar foros y promover proyectos de intercambio conjuntos con universidades de España, a través de la Asociación Paul Venezuela y previas consultas con Consejos de Facultades y Consejos Universitarios de las alma máter aliadas.
Con su capítulo europeo busca apoyo para dotar de becas a egresados destacados de Medicina en centros de investigación o universidades españolas con las que se consoliden alianzas.
Construimos también las relaciones para ser anfitriones de miembros de la comunidad científica médica española que deseen aportar conocimiento o asesorías en Venezuela o desarrollar actividades de investigación en el país. Para ello se establecen diálogos y planes en conjunto con la Universidad del Zulia.
Del porqué del ámbito
Paúl Moreno Camacho pertenecía al quinto año de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, su nicho de formación en el que cultivó amistades y maestros que lo guiaban a su profesionalización, pero la institución, con todo su fundamento de formadora de generaciones de médicos prominentes para Venezuela y el mundo, resultó igualmente afectada la asfixia presupuestaria y legal a las universidades centenarias y autónomas.
Para el momento en que estudia Paúl la carrera LUZ refleja un déficit en sus presupuestos internos de un 60 por ciento, un rezago de unos 4 años o más en los que se han anclado los fondos girados por el Gobierno sin estimar la repercusión de la inflación aplastante de Venezuela. Las elecciones de autoridades han estado suspendidas por más de cuatro años por órdenes del Tribunal Supremo de Justicia, y por supuesto, las herramientas para la labor educativa ya no son las mismas.
Hay fallas en los departamentos de investigación, en las aulas, en los laboratorios. Los estudiantes aprenden medicina con lo poco que tienen a su alcance los profesores. Hay múltiples robos y atracos a mano armada dentro de las aulas justo cuando presencian clases. Así estudia Paúl y toda una camada de futuros médicos de la República.
La escasez de asignación de divisas a las editoriales del país motiva a una preocupante desactualización de textos en las bibliotecas de todas las instituciones, y a ello no escapa la Universidad del Zulia. El conocimiento que se forja en la comunidad científica internacional llega solo, cuando de libre acceso, a través de una red de internet deficiente. Los estudiantes se enfrentan además con las duras condiciones de asistir a sus clínicas en hospitales llenos de espanto, sin recursos, sin medicinas ni instrumentos básicos, sin medidas de seguridad. Se forman en un ambiente hostil en donde pujan por aprender a salvar vidas con lo que se tiene al alcance. Se forman en un país sumergido en crisis.
Los materiales médicos para el aprendizaje son costosos en la Venezuela dominada por el dólar paralelo. Muchos no tienen para dotarse de instrumentos básicos como estetoscopios, tensiómetros, batas, guantes y otros elementos básicos para su formación.