Prensa Paúl Venezuela-
Es la segunda donación que surge como iniciativa de estudiantes del Colegio Jean Jacques Rousseau, de Normandía, al norte de Francia.
Jóvenes del Colegio Jean Jacques Rousseau de Normandía, Francia, han hecho campaña para ayudar a niños en Venezuela. Han conocido historias conmovedoras de primera mano y a través de los relatos de la profesora venezolana Paola Ochoa, y han celebrado una nueva charla con representantes de la ONG Paúl Venezuela, desde Madrid y Maracaibo (Venezuela).
Una exposición de más de una hora con ciclos de preguntas y respuestas detallaron a los alumnos las graves situaciones en materia de derechos humanos fundamentales que se viven en el país.
Los reportajes gráficos más recientes publicados por el documentalista venezolano Gustavo Bauer, embajador de buena voluntad en Venezuela de la ONG, en donde se plasma la total desprotección de niños y niñas, motivaron nuevamente a los estudiantes a liderar una campaña para donar fondos, adquirir medicamentos y ponerlos a disposición de voluntarios sociales para su entrega a familias.
La primera edición de esta actividad se logró en 2021. Desde la institución se donaron fondos que se convirtieron en medicinas de primera necesidad que la ONG Paúl Venezuela logró llevar hasta la Misión del Tokuko, en la serranía de Perijá, que estaba liderada entonces por el Fray Nelson, fallecido inesperadamente en junio pasado luego de complicaciones de salud. Una pérdida irreparable.
La iniciativa 2022
Ahora, en esta oportunidad los niños han diseñado termos personalizados que pusieron a la venta como herramienta para recolectar fondos en su campaña de ayuda humanitaria.
Cada euro fue donado a la ONG Paúl Venezuela que se encargó de la gestión para la adquisición de medicamentos y entrega en la ciudad de Maracaibo.
“Estamos muy agradecidos por las iniciativas de los estudiantes del Colegio Jean Jacques Rousseau, es una demostración más de civilidad, ciudadanía y humanidad”, dijo Carlos Moreno, presidente de la ONG.
Los medicamentos han sido entregados a la misión social del Centro de Protección Integral del Niño (Cepin), liderada por la hermana Jannet Makenna, en el sector de Las Tuberías, una zona deprimida de la ciudad de Maracaibo y que atiende diariamente con alimentación a 1.200 niños de la barriada. Y también a la misión social infantil del Barrio Altos de Milagro Norte, liderada por Carolina Leal, una voluntaria dedicada igualmente a la alimentación de grandes grupos de niños de familias sin recursos.
“Estoy muy agradecida, rezamos por él y por su organización. Paúl Moreno sigue vivo a través de las obras que hacen en su nombre”, dijo la hermana Makenna, desde Maracaibo y también aprovechó el momento para agradecer las ayudas emprendidas por los estudiantes del colegio Jean Jacques Rousseau de Normandía.
